El relojero de la Puerta
Todas las pasiones del Señor Lutowski
El reloj de la Puerta Krakowska se colocó cuando se añadió el casco sobre la puerta gótica. Desde entonces, el edificio fue habitado por un relojero que cuidaba del mecanismo. Uno de ellos debía ser el Señor Lutowski, que estropeó un poco el reloj… y tal vez lo siga haciendo.
A veces, por la noche, la gente que pasa por la Puerta Krakowska puede oír sonidos extraños. Los golpes, el giro del mecanismo e incluso los gemidos salen del reloj de la puerta. La leyenda dice que hay un fantasma que regresa y hasta hoy en día hace trucos girando las manecillas de un reloj para confundir a los habitantes de la ciudad. Supuestamente, en Polonia circulaba un poema que hacía referencia a los anormalidades del tiempo medido en Lublin: “En todas partes los relojes suelen equivocarse, pero los de Lublin son los más mentirosos”. Pero, ¿de dónde viene el “residente salvaje de la Puerta”?
Según la leyenda, hace mucho mucho tiempo el Señor Lutowski cuidaba del reloj. Él solía cumplir las obligaciones con diligencia y trataba el ajuste del reloj como un pasatiempo. Excepto cuando se dedicara a su segunda pasión, el consumo de alcohol. Se dice que una vez hubo incluso una fuerte pelea, durante la cual el Señor Lutowski destruyó la torre del reloj y a la vez devastó el mecanismo del reloj. Y así, las manecillas del reloj más frecuentemente indicaban una hora incorrecta.
Un poco después el Señor Lutowski murió y le sustituyó un nuevo conservador. Sin embargo, la situación no cambió mucho. En la ciudad, se decía que ahora el fantasma de Lutowski vivía en la Puerta y giraba las manecillas del reloj maliciosamente. ¿Si esto es la verdad o sólo los rumores?…hoy es difícil para comprobarlo. Como se suele decir “los felices no cuentan tiempo” y por eso, las personas de Lublin lo pasan por alto y el tiempo en la ciudad pasa en su propio ritmo.
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