Los frescos en la Capilla del Castillo
Cómo se crearon los frescos maravillosos en la Capilla del Castillo
Esto es la leyenda que une a Lublin con Łuck, una ciudad en el oeste de Ucrania. La Capilla del Castillo de Lublin es tan viejo que recuerda los tiempos los primeros Jagielloni, especialmente a Wladyslaw Jagiello, el rey de Polonia en los siglos XIV-XV, que visitó Lublin varias veces.
Lublin está situada en medio del camino entre Vilnius y Cracovia y de ahí por muchos años estuviera una parada cómoda en el largo y agotador camino. El rey Wladyslaw Jagiello solía alojarse en el castillo, una residencia real, donde no solo dormía, sino también hacía fiestas y rezaba en la capilla. Sin embargo, la capilla era modesta, sus paredes lisas, uniformes; en el interior faltaba majestuosidad y refinamiento. Este hecho fue planteado a menudo por los diputados de las tierras orientales, que fueron acostumbrados a admirar murales coloridos de las paredes de las iglesias ortodoxas.
Y así, Wladyslaw Jagiello decidió introducir el arte sagrado ortodoxo a una iglesia católica. Para ello, los diputados fueron a Luck a buscar un artista adecuado para que hiciera los frescos. Eligieron a maestro Andrei, que la gente llamó Rusyn, que era reconocido por su talento en la creación de los frescos hermosos agradables a la vista y el alma. El maestro, animado por la oferta del rey y el elevado salario, llegó a Lublin.
El trabajo de las pinturas duró dos años, pero lo que el rey y los diputados vieron después les dejó asombrado. Estos eran los frescos más bellos en la tierra polaca, ¡y quizás incluso los más bellos del mundo entero! Pero esto no es el fin. El rey Wladyslaw estaba estupefacto por algo más. Al lado de los personajes de Biblia, estaban su imágenes; en el primero era bendecido por la Virgen María y su hijo y en el segundo iba hacia Lituania en un caballo blanco. El rey estaba tan emocionado que pagó a Andrei el doble de lo que había prometido. Y aún podemos admirar los frescos maravillosos del maestro ruso en la Capilla de la Santísima Trinidad.
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